Padre Nieto (sentencias #63)

Acaban de darme la noticia de la muerte de su querido hijo. Con toda verdad podemos decir: ha muerto un santo. Así es. Por eso dos sentimientos opuestos llenarán estos momentos sus corazones: el de tristeza en su mayor grado por la ausencia de hijo tan bueno, y el de gozo y alegría en el grado mayor que acá en la tierra cabe en el corazón de padres al contemplar a su hijo al lado de Dios, lleno de bienaventuranza eterna. Es decir, por tener un hijo santo en el cielo. ¡Qué trono tan excelso habrá recibido de Jesús en su gloria, a quien tanto amó y de quien tan amado fue en la tierra! Si Jesús no deja sufrimiento alguno, llevado por su amor, sin recompensa, ¡qué grande será la de su querido hijo, que tanto sufrió y con tanto amor! Hoy tienen un hijo santo en la casa de Dios, libre de todo llanto y dolor; lleno de todo gozo y alegría. ¡Cómo no han de regocijarse al contemplar su gloria eterna!

padre Manuel García Nieto S.J.

Nota: Esta carta va dirigida a los padres de José Luis Garro Abaroa, muerto en olor de santidad después de indecibles sufrimientos. José Luis fue uno de los hijos espirituales más queridos del p. Nieto.