Padre Nieto (sentencias #176)

Tenemos que orar mucho, sacrificarnos mucho y, sobre todo, amar muchísimo a Dios, para reparar tanto desamor de muchas almas. Y pedirle que nos perdone y conceda gracias para acercarnos todos con más intimidad y familiaridad a El como Padre amantísimo, con plena confianza de que lo hará el Señor, si se lo pedimos por los méritos de su Hijo y de su Madre y nuestra, la Santísima Virgen. Por eso siempre hemos de mantener ese sano y santo optimismo, mirando a Jesús y María, nuestro intercesores ante el Padre, que son los que detienen la justicia divina y nos atraen la divina misericordia.

padre Manuel García Nieto S.J.