Padre Nieto (sentencias #195)

¡Se goza tanto amando de veras a Jesús, que todo sacrificio deja de serlo cuando se le ama, y si lo es, se quiere y se desea! (San Agustín, "De bono viduitatis", c. 21: "In eo quod amatur, aut non laboratur, aut et labor amatur").

padre Manuel García Nieto S.J.

Padre Nieto (sentencias #194)

¡Qué generoso es Jesús y qué dulce es al alma sentirle tan cerca de sí"

padre Manuel García Nieto S.J.

Padre Nieto (sentencias #193)

"Haec est voluntas Dei: sanctificatio (vestra) tua et mea" ("Esta es la voluntad de Dios, (vuestra) santificación, la tuya y la mía" (1 Tes. 4, 3). "Haec est sanctificatio (vestra), tua et mea: voluntas Dei" ("Esta es (vuestra) santificación, la tuya y la mía: la voluntad de Dios". La voluntad de Dios es que seamos santos. Hacer la voluntad de Dios es nuestro deber esencial, tu deber y el mío. Tu santificación y la mía es hacer la voluntad de Dios, el deber y obligación esencial.

padre Manuel García Nieto S.J.

Padre Nieto (sentencias #192)

Ponte en manos del Señor, dispuesto a darle cuanto te pida. Todo es poco lo que te pida, aunque sea mucho, porque es para darte inmensamente más.

padre Manuel García Nieto S.J.

Padre Nieto (sentencias #191)

Pide y esfuérzate sin nerviosismo por cumplir lo que el Señor te pida, y si alguna vez no lo hicieres como deseas, humíllate ante el Señor, y así nada perderás, sino ganarás mucho ante El.

padre Manuel García Nieto S.J.

Padre Nieto (sentencias #190)

Yo querría encender todos los corazones del mundo en este amor divino y no soy capaz de encender el mío. Pidan al Señor me encienda en ese amor a El. Dios se lo pagará.

Nota: Hermosa confesión del p. Nieto la de estas últimas frases. De alguna manera son un testamento espiritual del Siervo de Dios, que fallecía pocas semanas después de escribirlas.

padre Manuel García Nieto S.J.

Padre Nieto (sentencias #189)

San Juan nos dice que "Dios es amor" (1 Juan, 4, 7; 4, 16). Esta es la vida divina, la vida de Dios: conocerse, amarse y ser feliz. Conocer a Dios, amarle y ser felices en nuestra vida de santidad, consumada en el cielo; al ver a Dios cara a cara se encenderá nuestro corazón en un amor inmenso, y de ese conocimiento claro de Dios y del amor brotará aquel gozo y felicidad plena y eterna, y de ella nace el amor mutuo de los bienaventurados. También aquí de nuestro amor al Señor debe nacer en nuestros corazones el amor a las almas, y especialmente a las que viven la misma vocación.

padre Manuel García Nieto S.J.

Padre Nieto (sentencias #188)

El amor solamente se paga con amor, y un amor tan grande como Dios nos tiene sólo se paga con amor muy grande.

padre Manuel García Nieto S.J.