Santa Teresa Benedicta de la Cruz (sentencias #103)

Ser totalmente de Dios, entregarse a Él y a su servicio por amor, he ahí la vocación no sólo de algunos elegidos, sino de todo cristiano, consagrado o no consagrado, hombre o mujer. Cada uno está llamado al seguimiento de Cristo. Y cuanto más avanza uno por este camino, tanto más semejante a Cristo será. Y ya que Cristo personifica el ideal de la perfección humana -libre de todo defecto y unilateralidad, llena de tractos característicos masculinos y femeninos, libre de toda limitación terrena-, sus seguidores fieles son elevados cada vez más sobre los límites de la naturaleza.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz O. C. D.