Santa Teresa Benedicta de la Cruz (sentencias #109)

La vida divina que se desarrolla en el alma no puede ser sino vida trinitaria. El alma se entrega a la voluntad paterna de Dios que genera, por así decirlo, de nuevo al Hijo. El alma se hace completamente uno con el Hijo y querría desaparecer en Él para que el Padre no viera otra cosa sino al Hijo. Y también se hace completamente uno con el Espíritu Santo y se transforma en efusión de amor divino.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz O. C. D.