Padre Nieto (sentencias #108)

Las dos virtudes de humildad y caridad van tan unidas, que sin humildad no hay verdadera caridad y sin caridad no se da humildad verdadera. La Madre y el Hijo son los dos mejores modelos y protectores de estas dos grandes virtudes, que dan como resultado la verdadera santidad. Esforcémonos por conseguirla y sobre todo pidámosla, porque no son nuestros esfuerzos, sino la gracia divina la que nos ha de dar como verdadera la santidad que El quiere ver en nuestras almas. ¡Qué humildad la del Hijo que, siendo Dios, se hace hombre, niño por nosotros! ¡Y qué bien le imita su Madre que, al comunicarla el ángel que Dios la ha escogido por Madre de su Hijo, responde: "He aquí la esclava del Señor"!

padre Manuel García Nieto S.J.