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Santa Teresa Benedicta de la Cruz (sentencias #127)

No piense solo en que las penas son muchas y las alegrías pocas. Nada le pide el Cielo a uno sin recompensarle inmensamente... También tenemos que aprender esto, querida hermana: ver a otros llevar su cruz y no poder retirársela es más difícil que llevar la propia.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz O. C. D.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz (sentencias #126)

Siempre, a lo largo de los siglos, los acontecimientos visibles de la historia de la Iglesia se preparan en el diálogo silencioso de las almas consagradas con la Sangre de Cristo.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz O. C. D.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz (sentencias #125)

El Señor está presente en el Sagrario como Dios y como Hombre. Y está ahí no por Él, sino por nosotros, porque su dicha es estar con los hijos de los hombres. Y porque sabe que nosotros, tal como somos, necesitamos de su presencia.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz O. C. D.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz (sentencias #124)

Hagamos espacio en nuestras vidas al Salvador eucarístico para que pueda transformar nuestra vida en la suya. ¿Será pedir demasiado? Encontramos tiempo para todo: leer, pasear, ir al café, charlar durante horas en plena calle..., distracciones todas que consumen nuestro tiempo y nuestras energías. ¿Y no será posible reservarnos una hora cada mañana en la que recogernos ante Él y adquirir fuerzas para afrontar la jornada?

Santa Teresa Benedicta de la Cruz O. C. D.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz (sentencias #123)

En el Sacramento del Altar está presente Cristo corporalmente. Y a través de la Comunión, quien comulga es transformado en su Cuerpo.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz O. C. D.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz (sentencias #122)

Para obtener el éxito de las peticiones que llevamos en el corazón no existe mejor cosa que poner la eficacia de nuestra oración en pedir lo que a Dios más le complace.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz O. C. D.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz (sentencias #121)

Tenemos que prepararnos antes de atrevernos a alzar los ojos a las cumbres luminosas y de unir nuestra voz a los coros celestiales en el "Sanctus, Sanctus, Sanctus". Cada criatura que debe venir usada para el servicio santo ha de ser retirada del uso profano para ser consagrada y santificada.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz O. C. D.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz (sentencias #120)

Lo que podemos hacer en comparación con lo que nos es dado es siempre poco. Pero ese poco lo tenemos que hacer, es decir, orar con insistencia para que, cuando nos sea indicado el camino, sepamos secundar la gracia sin resistencia.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz O. C. D.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz (sentencias #119)

En el diálogo silencioso del corazón con el Señor se preparan los pilares de los que emerge el Reino de Dios.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz O. C. D.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz (sentencias #118)

Para encontrar la paz y la tranquilidad permítete estar en la iglesia todo el tiempo que necesites. Eso no solo te aprovechará a ti, sino también a tu trabajo y a todas las personas con las que tengas algún contacto.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz O. C. D.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz (sentencias #117)

Lo que Dios obra en nuestro interior durante las horas de meditación no se percibe a simple vista. Pero supone una gracia tan grande que todas las demás horas de la vida están agradecidas e influidas por ese tiempo de meditación.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz O. C. D.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz (sentencias #116)

Nosotros no tenemos que juzgar, sino confiar en la insondable misericordia de Dios. Pero sin eludir nuestras responsabilidades, ya que vivimos aquí y ahora para conseguir nuestra salvación y la de aquellos que nos han sido confiados. Esto es algo sobre lo que no podemos dudar. Y a fin de que aprendamos más y más a vivir cada día y cada hora a la luz de la eternidad, tratemos de ayudarnos mutuamente en este santo tiempo por medio de la oración.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz O. C. D.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz (sentencias #114)

En la medida en que nosotros contemplamos el camino que recorre la Madre de Dios desde la Presentación hasta el Viernes Santo, en esa misma medida descubriremos el camino que conduce hacia el silencio interior.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz O. C. D.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz (sentencias #113)

Seguro que en su vida terrena el Señor vivió sus horas más felices en medio de las noches silenciosas.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz O. C. D.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz (sentencias #112)

La "oración sacerdotal" del Salvador desvela el misterio de la vida interior, la unidad íntima de las personas divinas y la inhabitación de Dios en el alma. En estas secretas profundidades, en el escondimiento y el silencio, se preparó y cumplió la obra de la Redención, y así será hasta el final de los tiempos, hasta el momento en el que todos serán una sola cosa en Dios.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz O. C. D.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz (sentencias #111)

Es necesario alimentar la vida espiritual, especialmente cuando se debe dar mucho a los demás.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz O. C. D.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz (sentencias #110)

Espíritu Divino, vida divina, amor divino equivale a esto: quien hace la voluntad de Dios, ése conoce a Dios y le ama. En verdad, en el momento en que hacemos con dedicación interior lo que Dios pide, la vida divina se hace nuestra vida, Dios se encuentra con nosotros.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz O. C. D.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz (sentencias #109)

La vida divina que se desarrolla en el alma no puede ser sino vida trinitaria. El alma se entrega a la voluntad paterna de Dios que genera, por así decirlo, de nuevo al Hijo. El alma se hace completamente uno con el Hijo y querría desaparecer en Él para que el Padre no viera otra cosa sino al Hijo. Y también se hace completamente uno con el Espíritu Santo y se transforma en efusión de amor divino.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz O. C. D.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz (sentencias #108)

Esto es lo que descubrieron los grandes conocedores de la vida interior de todos los tiempos: que hay una fuerza que lleva hacia el propio centro con un poder de atracción muy superior al que ejercen todas las cosas del mundo. Y en ese centro descubrieron la irrupción de una vida superior nueva, poderosa; de una vida sobrenatural divina.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz O. C. D.