Para atraer las almas a Dios no es plan que el apóstol se aleje de Dios y se de a vivir la vida del mundo, sino todo lo contrario. Siempre, y especialmente ahora, el apóstol tiene que estar íntimamente unido a Cristo. Puedes leer el capítulo 15 del Evangelio de San Juan y verás cómo dice Jesús que todo el que esté unido a Él dará fruto y tanto cuanto esté unido a El. Es de fe divina. Unámonos con El y oremos con El, para que las almas todas se entreguen a vivir en paz con Dios.
padre Manuel García Nieto S.J.