Padre Nieto (sentencias #164)

No olvides lo que con frecuencia os repetía: que para hablar bien a los hombres de Dios, es necesario hablar antes mucho con Dios de los hombres. Que siempre reserves tu tiempo para comunicarte con el Señor, y así tus palabras herirán no solamente los oídos de los hombres, sino también y principalmente su corazón, sin lo cual no habrá verdadera conversión y tus palabras serán "tanquam cymbalum tinniens" ("como una campana ruidosa", 1, Cor., 13, 1); y "neque qui plantat..., sed qui incrementum dat, Deus" ("ni el que planta..., sino el que hace crecer, o sea, Dios" 1 Cor., 3, 7).

padre Manuel García Nieto S.J.