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Padre Nieto (sentencias #193)

"Haec est voluntas Dei: sanctificatio (vestra) tua et mea" ("Esta es la voluntad de Dios, (vuestra) santificación, la tuya y la mía" (1 Tes. 4, 3). "Haec est sanctificatio (vestra), tua et mea: voluntas Dei" ("Esta es (vuestra) santificación, la tuya y la mía: la voluntad de Dios". La voluntad de Dios es que seamos santos. Hacer la voluntad de Dios es nuestro deber esencial, tu deber y el mío. Tu santificación y la mía es hacer la voluntad de Dios, el deber y obligación esencial.

padre Manuel García Nieto S.J.

Padre Nieto (sentencias #192)

Ponte en manos del Señor, dispuesto a darle cuanto te pida. Todo es poco lo que te pida, aunque sea mucho, porque es para darte inmensamente más.

padre Manuel García Nieto S.J.

Padre Nieto (sentencias #191)

Pide y esfuérzate sin nerviosismo por cumplir lo que el Señor te pida, y si alguna vez no lo hicieres como deseas, humíllate ante el Señor, y así nada perderás, sino ganarás mucho ante El.

padre Manuel García Nieto S.J.

Padre Nieto (sentencias #190)

Yo querría encender todos los corazones del mundo en este amor divino y no soy capaz de encender el mío. Pidan al Señor me encienda en ese amor a El. Dios se lo pagará.

Nota: Hermosa confesión del p. Nieto la de estas últimas frases. De alguna manera son un testamento espiritual del Siervo de Dios, que fallecía pocas semanas después de escribirlas.

padre Manuel García Nieto S.J.

Padre Nieto (sentencias #189)

San Juan nos dice que "Dios es amor" (1 Juan, 4, 7; 4, 16). Esta es la vida divina, la vida de Dios: conocerse, amarse y ser feliz. Conocer a Dios, amarle y ser felices en nuestra vida de santidad, consumada en el cielo; al ver a Dios cara a cara se encenderá nuestro corazón en un amor inmenso, y de ese conocimiento claro de Dios y del amor brotará aquel gozo y felicidad plena y eterna, y de ella nace el amor mutuo de los bienaventurados. También aquí de nuestro amor al Señor debe nacer en nuestros corazones el amor a las almas, y especialmente a las que viven la misma vocación.

padre Manuel García Nieto S.J.

Padre Nieto (sentencias #188)

El amor solamente se paga con amor, y un amor tan grande como Dios nos tiene sólo se paga con amor muy grande.

padre Manuel García Nieto S.J.

Padre Nieto (sentencias #187)

Pidamos para todos el amor a Dios, que es el único y gran bien: si falta, el mal abunda y nos rodea por todas partes.

padre Manuel García Nieto S.J.

Padre Nieto (sentencias #186)

Mientras no amemos más al Padre del cielo, no habrá paz ni amor entre sus hijos en la tierra.

padre Manuel García Nieto S.J.

Padre Nieto (sentencias #185)

Este es el gran mal de nuestro tiempo: que la gran mayoría de los hombres no aman a Dios, y aun sacerdotes y religiosos [obispos] le amamos muy poquito. El trabajo apostólico rinde poco por falta de este amor; hay en él mucho de humano, poco de divino...

padre Manuel García Nieto S.J.

Padre Nieto (sentencias #184)

"Tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo único..." (Jn. 3, 16). Amemos con todo nuestro corazón a nuestro Padre Dios, que tanto nos ama. Ya antes de crear el mundo nos amaba; eternamente y con amor de predilección nos ama. Pidamos para que los hombres crean en este amor que Dios les tiene y le amen con todo el corazón como a su verdadero Padre. El día que todos le amen como a su Padre, se amarán todos como hermanos y será la tierra una hermosa antesala del Cielo.

padre Manuel García Nieto S.J.

Padre Nieto (sentencias #183)

Meditemos estos días de Navidad larga y profundamente en este gran misterio de amor divino de nuestro Padre Dios, que tanto nos ama. Prediquemos este amor con una vida santa, o sea, llena de ese amor de Dios, y con una doctrina que claramente haga ver a los hombres que su felicidad no está donde la buscan, sino en llenar sus corazones de amor a su Padre del cielo.

padre Manuel García Nieto S.J.

Padre Nieto (sentencias #182)

No tengas pena de llegar a la vejez, en ella puedes amar con más perfección a Dios.

padre Manuel García Nieto S.J.

Padre Nieto (sentencias #181)

Aviva y acrecienta en tu alma las virtudes teologales, y así toda tu vida será sólo para Dios, reduciendo todas tus obras a una sola ocupación: amar a Dios. Era la ocupación de la Santísima Virgen en la casita de Nazareth: amar a Dios siempre y en todo, amar a Dios lo mismo cuando barría la casita, que cuando preparaba la comida... Cuando te pregunten: "¿cual es tu ocupación", contesta siempre: "mi ocupación es amar a Dios".

padre Manuel García Nieto S.J.

Padre Nieto (sentencias #180)

Pídale con gran confianza llene su corazón de amor divino, ya que El fue quien la sacó del mundo y la llevó a esa santa casa religiosa, donde con tantas otras Hermanas le sirvieran con gran amor. Esta ha de ser la ocupación de todas en esa santa casa: amor a Dios en la oración, en el trabajo, en el recreo, en el descanso; amar a Dios haciendo siempre y en todo su voluntad, siempre cumpliendo sus Reglas están haciendo la voluntad de Dios y ese es el verdadero amor a Dios.

padre Manuel García Nieto S.J.

Padre Nieto (sentencias #179)

Tu trabajo será más eficaz cuanto más ames con amor verdadero al Señor, que la acción no disminuya el amor, sino que éste santifique y fecundice la acción.

padre Manuel García Nieto S.J.

Padre Nieto (sentencias #178)

Pediré para que puedas llegar a la plenitud del amor de Dios que El desea de ti según la donación de Cristo. Medita en el gran misterio del amor de Dios, que con todo cariño nos envía a su Hijo para que, limpiándonos del pecado, nos comunique la vida divina; y mientras tanto la humanidad en una gran mayoría, ofendiendo a Dios, desprecia este don divino de su amor, y aún en su Iglesia hay crisis de fe y de amor en sus predilectos. Pidamos amarle como El quiere, con todas nuestras fuerzas, mente y corazón, y pidamos a los nuestros que nos ayuden a conseguir este amor.

padre Manuel García Nieto S.J.

Padre Nieto (sentencias #177)

¡A qué ese complejo de no servir para nada! Piensa que vales para amar mucho a Dios, que es lo más grande que se puede hacer.

padre Manuel García Nieto S.J.

Padre Nieto (sentencias #176)

Tenemos que orar mucho, sacrificarnos mucho y, sobre todo, amar muchísimo a Dios, para reparar tanto desamor de muchas almas. Y pedirle que nos perdone y conceda gracias para acercarnos todos con más intimidad y familiaridad a El como Padre amantísimo, con plena confianza de que lo hará el Señor, si se lo pedimos por los méritos de su Hijo y de su Madre y nuestra, la Santísima Virgen. Por eso siempre hemos de mantener ese sano y santo optimismo, mirando a Jesús y María, nuestro intercesores ante el Padre, que son los que detienen la justicia divina y nos atraen la divina misericordia.

padre Manuel García Nieto S.J.

Padre Nieto (sentencias #175)

Vive con toda paz y tranquilidad, porque Dios te ama mucho; y la señal clara de ese amor de Dios a tu alma es que tú quieres amarle mucho y quisieras amarle más, y esto porque Dios te ama. Todo lo bueno que hay en nosotros nos viene de su amor.

padre Manuel García Nieto S.J.

Padre Nieto (sentencias #174)

Ve a Dios en todo y todo lo que te viniera en tu vida de cada día como venido de tu Padre o permitido por El, que te ama con amor infinito y no quieras otra cosa que tu santificación, que es al mismo tiempo tu felicidad. Tu Padre Dios sabe lo que sucederá y todo lo dispone para su mayor gloria, y ésta es para ti tu mayor felicidad. ¡Qué paz interior y qué bienestar cuando el alma no quiere más que a Dios, su voluntad, su gloria! "Sólo Dios basta, Al que le tiene, nada le falta".

Nota: Letrilla de Santa Teresa de Jesús un poco cambiada. Dice la santa en los últimos versos de su poema: "Eficacia de la paciencia": "Quien a Dios tiene / nada le falta. / Sólo Dios basta".

padre Manuel García Nieto S.J.